—
Pues estamos a las mismas, después de muerta me
da igual me coma un dragón que los gusanos. No quiero morir de nuevo-dijo Luna
asiendo su espada y mirando las dos grandes siluetas que ya estaban tan cerca
que se les adivinaban los ojos encendidos.
—
Es raro que vengan dos dragones-dijo pensativo
el duende-normalmente se queda uno a guardar el nido.
—
Tal vez no entiendas tanto de dragones como
dices, duende e incluso no estuviésemos en su época de celo.
—
No, eso es seguro, su época de celo comenzó hará
unos 1000 años y dura otros 1000 como mínimo, si crían, si no, se prolongará
hasta entonces.
—
Mejor que no críen-solucionó Anaiss.
—
Cuando llevan mucho tiempo en celo y no crían
pasan a la época de rabia y entonces no dejan nada vivo en la zona ni
estructuras levantadas.
—
Qué alegría, estamos en una época de tranquilidad
entonces-volvió a ironizar Luna.
—
Evidentemente...-iba a seguir el duende pero
Luna le interrumpió.
—
¿Entonces por qué narices están echando llamas a
ese bosque?
—
De los caprichos de los dragones no hay nada
escrito, guerrera.
4 comentarios:
1000 años de celo? jajjaj me apunto seguro.
Bueno al menos parece que el duende les ha dado una medio buena noticia,
un abrazo compiiiiiiiiiiiiiii
jejeej Orthos , es que los dragones son muy encelaos.
Pasa buen jueves soleado amigo.
Abrazos
jajaja, a mi no me importaría nada, no criar en esos mil años y volverlo a intentar a los siguientes jejejeje. Un besazo.
Ufff, cruel destino sería :)
Aunque por otro lado........ tal vez con mucha diversión.
Abrazo
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